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Claves para que tu peque con dermatitis duerma del tirón

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El sueño infantil ya es todo un reto por sí solo, pero cuando la piel atópica entra en juego, las noches pueden volverse una batalla contra el picor. Si notas que tu peque se despierta rascándose, que su piel está más irritada al amanecer o que da vueltas en la cama sin encontrar postura, tenemos una buena noticia: hay soluciones.

Pequeños cambios en la rutina pueden marcar una gran diferencia, ayudando a reducir la irritación nocturna y favoreciendo un descanso más profundo.

Aquí te contamos las claves para que la dermatitis atópica no robe ni un minuto más de sueño en casa.

Dermatitis atópica y sueño: por qué cuesta tanto dormir

Si tu peque tiene dermatitis atópica, seguro que más de una noche te has encontrado intentando calmarle mientras se rasca sin parar. No es casualidad: hasta el 84% de los niños y niñas con piel atópica tienen problemas para dormir[1 con una calidad de descanso igual o inferior a 5/10.

Pero, ¿por qué ocurre esto?

Por la noche, la piel atópica pierde más agua, la inflamación aumenta y el cuerpo produce menos corticosteroides naturales, lo que intensifica el picor.

Además, sin distracciones externas, la sensación de incomodidad se percibe aún más.

Esto genera un círculo vicioso: menos sueño, más rascado y mayor irritación. Este bucle afecta no solo al peque, sino también a toda la familia, haciendo que las mañanas sean más difíciles y el día más pesado.

¿Cómo romper este ciclo? Con una rutina de noche bien adaptada

Rutina para dormir mejor con dermatitis atópica

Con pequeños cambios en la rutina nocturna, es posible reducir la incomodidad y mejorar la calidad del sueño.

A continuación, te contamos las claves para que tu peque duerma del tirón.

1. Baño templado, corto y con productos suaves

El baño nocturno no solo es un momento de relajación, sino que también ayuda a preparar la piel para la noche. Pero hay que hacerlo con cuidado:

  • Agua templada (no caliente): las temperaturas altas pueden resecar más la piel y aumentar la sensación de picor.
  • Baños cortos: lo ideal es que duren unos 5-10 minutos para evitar que la piel pierda hidratación.
  • Jabón suave: opta por limpiadores específicos para pieles atópicas, sin sulfatos ni irritantes.
  • Secado sin frotar: usa una toalla de algodón y sécale con suaves presiones para no irritar la piel.

2. Hidratación inmediata

Después del baño, la piel está más receptiva a los tratamientos, así que es el mejor momento para aplicar la crema emoliente.

  • Regla de los 3 minutos: aplica la crema justo después de secarle, cuando la piel aún está húmeda, para sellar mejor la hidratación.
  • Masaje relajante: aprovecha este momento para darle un masaje suave y convertir la rutina en algo placentero.
  • Fórmulas específicas para pieles atópicas, sin perfumes ni ingredientes agresivos, por ejemplo, nuestra emoliente Little Miracles, con ingredientes 100% naturales y testada pediátricamente

 3. El pijama importa (y la ropa de cama también)

Lo que toca la piel toda la noche puede hacer una gran diferencia.

  • Algodón 100% o bambú: evita telas sintéticas o ásperas que puedan irritar la piel.
  • Costuras suaves y etiquetas fuera: a veces, un simple roce puede hacer que la piel se irrite más.
  • Pijama de manga larga si hay tendencia a rascarse: ayuda a proteger la piel y evita el rascado inconsciente.

4. Controla la temperatura y la humedad del dormitorio

El ambiente en el que duerme tu peque también influye en su piel.

  • Temperatura entre 18-20°C: un ambiente demasiado cálido puede aumentar la sudoración y, con ello, el picor.
  • Humedad equilibrada: un humidificador puede ser útil en invierno si el aire es muy seco.
  • Evita edredones muy pesados: mejor mantas ligeras y transpirables.

5. Uñas cortas y protegidas

Si tu peque se rasca mucho de noche, puede acabar haciéndose pequeñas heridas sin darse cuenta. Para prevenirlo:

  • Corta sus uñas a menudo: unas uñas cortas y bien limadas reducen el riesgo de lesiones.
  •  Guantes o manoplas de algodón: para las etapas en las que el rascado es más intenso, pueden ayudar a evitar daños en la piel.

6. Relajación antes de dormir

A veces, el picor nocturno no es solo físico, sino que el estrés y la ansiedad pueden hacer que el rascado aumente.

  • Rutinas relajantes: un cuento, una canción suave o una meditación infantil pueden ayudar a calmar el sistema nervioso.
  • Infusión de manzanilla o leche tibia: Para peques que ya toman líquidos antes de dormir, pueden ser aliados naturales.
  • Evitar pantallas antes de dormir: La luz azul de los dispositivos puede alterar el sueño y aumentar la inquietud.

¿Y si a pesar de todo sigue despertándose? Si tu peque sigue teniendo noches complicadas por la dermatitis, consulta con su pediatra o dermatólogo para ajustar el tratamiento.

Un descanso sin picor es posible

Dormir bien con piel atópica puede parecer un reto, pero con algunos ajustes en la rutina, la hidratación y el ambiente, se pueden lograr noches más tranquilas. Y recuerda: cada peque es diferente, lo importante es encontrar lo que mejor le funciona.

En Kaalm Organics, sabemos que la piel atópica necesita un cuidado especial, por eso nuestra crema Little Miracles está formulada para calmar, hidratar y proteger incluso las pieles más delicadas.

Está formulada con ingredientes orgánicos, 100% naturales, producida localmente y diseñada especialmente para la piel delicada de los más peques. De hecho, ha sido galardonada con los Orgànics Clean Awards 2024 en la categoría de mejor producto infantil para pieles atópicas.

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Referencias:

[1] Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA). Encuesta sobre calidad de vida en pacientes con dermatitis atópica. 2022.

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