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Dermatitis atópica en invierno: Guía de cuidados naturales para peques

Guía Dermatitis atópica en invierno - Kaalm Organics

El invierno tiene un encanto especial cuando hay peques en casa. La ilusión de la Navidad acercándose, tardes de juegos en casa, bufandas hasta la nariz y un chocolate caliente al final del día.

Pero si la dermatitis atópica no es nueva en vuestra casa, ya sabrás que el frío y la piel sensible no suelen llevarse bien. En bebés y peques con dermatitis, el rasca que te rasca suele empeorar en invierno

¿Pero qué es en realidad la dermatitis atópica? ¿por qué empeora con el frío? ¿y cómo ayudar a tu peque a sobrevivir a la rasca… sin rascarse tanto?

Te invitamos a seguir estos sencillos consejos, tan naturales como darle un beso en la frente antes de dormir.

¿Qué es la piel atópica?

La dermatitis atópica afecta a aproximadamente un 20% de los niños. ¿Los síntomas? La piel se vuelve muy seca, se enrojece, irrita y provoca la necesidad de rascarse todo el rato.

En los más pequeños, suele aparecer en las mejillas, brazos, y detrás de rodillas y codos. Aunque sus causas no se conocen con certeza, la genética tiene mucho que ver, ya que suele heredarse. Además, el sistema inmunológico de los peques con piel atópica es un poco “quisquilloso” y reacciona exageradamente a alérgenos e irritantes, entre ellos… sí, el frío.

Dermatitis atópica en invierno: ¿Por qué empeora?

Con los días fríos, la piel atópica de los peques suele volverse más reactiva. ¿La razón? El invierno trae consigo dos super enemigos de la dermatitis atópica.

Falta de humedad: El aire frío del invierno suele ser seco, y cuando entramos a casa, la calefacción reduce aún más la humedad en el ambiente. Esta falta de humedad roba a la piel su hidratación natural, dejándola más seca y propensa al picor.

Cambios bruscos de temperatura: En invierno, pasamos del frío exterior al calor de casa constantemente, y cada vez que la piel experimenta esta transición, su barrera natural se altera, generando ese ciclo de “rasca que te rasca” tan difícil de frenar.

Además, en invierno pasamos más tiempo con ropa de abrigo, que a menudo roza la piel y la irrita. Todo esto hace que la piel atópica sufra más en los meses fríos, y que los brotes se vuelvan más frecuentes y difíciles de controlar.

Consejos naturales para cuidar la piel atópica en invierno

Aquí tienes algunos consejos prácticos y naturales para proteger la piel atópica de tus peques durante el invierno:

1# Evita los baños largos y calientes: Aunque en invierno apetece un baño calentito, el agua caliente reseca aún más la piel. Opta por duchas cortas y tibias, y utiliza limpiadores suaves y sin fragancia.

2# Usa un humidificador en casa: La calefacción reseca el ambiente, por lo que un humidificador puede ser tu gran aliado para mantener la humedad entre el 30% y el 50%. Recuerda limpiarlo y cambiar el agua con frecuencia para evitar bacterias.

3# Vístelos con capas y tejidos suaves: Es importante proteger su piel del impacto del frío al salir de casa, pero un error muy común es abrigarles demasiado, lo cual es contraproducente. Mejor opta por ropa de tejidos suaves y naturales y aplica la técnica de la cebolla: Vístelos por capas para que puedan adaptarse a los cambios de temperatura fácilmente.

Un consejo extra: antes de salir, aplica una capa de crema hidratante como barrera para proteger su piel del aire frío y seco.

4# Hidrata, hidrata, hidrata: La hidratación es clave para reforzar la barrera de la piel. Aplica una crema emoliente específica como Little Miracles para piel atópica varias veces al día, especialmente después de la ducha y antes de salir de casa.

Little Miracles es natural, vegana y 99% orgánica, especialmente formulada para tratar la dermatitis atópica en bebés, niños y adultos. Testada dermatológica y pediátricamente, ha sido premiada dos veces como el mejor tratamiento para piel atópica en los Organics Clean Awards, incluyendo 2024.

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