¿Te has comprado unos pendientes nuevos y notas un picor insoportable en los lóbulos? ¿Tus manos se irritan cuando trabajas en el jardín? ¿Ese nuevo perfume hace que tu piel arda?
Es posible que estés lidiando con un episodio de dermatitis por contacto, una reacción cutánea que afecta a aproximadamente el 20% de la población europea en algún momento de su vida[1] , especialmente a mujeres mayores de 40 años.
Lo primero que queremos decirte es que no te preocupes, solo es tu piel gritando “¡aquí no!” a una sustancia que no le sienta bien. Y lo segundo es que hemos preparado este artículo para explicarte de forma sencilla qué te pasa, cómo aliviar tu piel de forma natural y qué hacer para prevenir futuros episodios.
¿Qué es la dermatitis por contacto?
La dermatitis por contacto es una reacción inflamatoria de la piel que tiene dos formas principales:
- Dermatitis por contacto irritativa: La más común, se produce cuando la piel entra en contacto con irritantes, químicos o toxinas que debilitan su barrera natural.
- Dermatitis por contacto alérgica: Aquí, el sistema inmunológico actúa frente una sustancia a la que está sensibilizada, como ciertos metales (sí, ese precioso par de pendientes puede ser el culpable), detergentes, tintes o productos cosméticos.
Los síntomas que provoca la dermatitis por contacto suelen incluir enrojecimiento, picor, hinchazón o incluso ampollas en casos más severos.
¿Dermatitis por contacto o dermatitis atópica?
Puede ser un poco confuso cuando tu piel está enfadada y muestra síntomas similares a los de otras condiciones. Así que, vamos a desentrañar este enigma cutáneo.
La dermatitis atópica suele ser crónica y, aunque puede aparecer a cualquier edad, es muy común en bebés y niños pequeños. Suele brotar en áreas como detrás de las rodillas, en los codos, el cuello o las muñecas, afectando ambos lados de forma simétrica (por ejemplo, ambas piernas).
La dermatitis por contacto, en cambio, es mucho más directa y específica. Tiende a manifestarse minutos u horas después de que la piel entra en contacto con la sustancia irritante, y se queda localizada en esa área específica.
¿Qué desencadena la dermatitis por contacto?
Aunque la lista de desencadenantes es tan amplia como pieles existen, estos son algunos de los “sospechosos habituales”:
- Productos químicos en prendas: Los tintes y agentes utilizados en la fabricación de guantes, zapatos, ropa interior y otras prendas pueden ser los villanos detrás de tu picazón.
- Cosméticos: Tintes para el cabello, esmalte de uñas y desodorantes pueden parecer inocentes, pero a veces están llenos de ingredientes que tu piel no soporta. Crema hidratante, lociones para después del afeitado y filtros solares también podrían desencadenar un brote.
- Fragancias: Las fragancias se encuentran en casi todo, desde jabones hasta productos aromatizados para el hogar. Y aunque huelan de maravilla, tu piel podría tener una opinión distinta.
- Metales: El níquel, cobalto, cromatos, mercurio e incluso el oro pueden ser pequeños saboteadores en joyas, cremalleras u otros accesorios.
- Plantas: La hiedra y el roble pueden causar erupciones al contacto, así como los fertilizantes y pesticidas de tu jardín.
- Latex y derivados: Desde guantes, hasta preservativos o las tiras del sujetador pueden ser un desencadenante para algunas personas.
Reconocer estos desencadenantes comunes te permitirá evitarlos y mantener a tu piel libre de picores desagradables.
¿Cómo tratar la dermatitis por contacto?
Si te encuentras lidiando con un episodio de dermatitis por contacto, aquí tienes algunos consejos naturales para calmar la piel y evitar futuros brotes:
Identifica los desencadenantes: Observa patrones en tus reacciones para identificar qué productos, materiales o plantas están causando la irritación. Mantén un diario si es necesario, anotando qué productos usas y cuándo aparecen los síntomas.
Protege tus manos: Cuando trabajes con productos químicos, siempre usa guantes protectores. Esto crea una barrera para mantener alejados esos irritantes que pueden desatar un brote.
Elige productos hipoalergénicos: Busca productos etiquetados como «hipoalergénicos» o «libres de fragancias». Evitar ingredientes innecesarios ayudará a reducir el riesgo de irritación.
Alivia con Little Miracles: Aplica nuestra crema Little Miracles en las áreas afectadas para calmar, hidratar y proteger tu piel, gracias a sus ingredientes naturales como manzanilla, lavanda y aloe vera.
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Y por supuesto, si los episodios son graves o se repiten con frecuencia, no dudes en acudir al médico. Un profesional es la persona indicada para ofrecerte un diagnóstico preciso y orientarte hacia tratamientos más específicos.
Con estos consejos, podrás aliviar tu piel de forma natural y protegerla para que se mantenga saludable, evitando los factores desencadenantes de la dermatitis por contacto.
Referencias:
[1] American Academy of Allergy Asthma & Immunology, «Contact Dermatitis Overview». (2023)
